
El blanqueamiento dental se ha convertido en uno de los tratamientos estrella de los últimos años y es que, lucir una sonrisa radiante es, para muchos, sinónimo de juventud y de salud. También ha influido notablemente el auge de las redes sociales ya que nos hacen más visibles al resto del mundo y queremos que nuestra presencia sea lo más estética y agradable posible.
Antes de entrar de lleno en los mitos y realidades del blanqueamiento dental, vamos a explicar un poco en qué consiste el tratamiento en sí mismo.
Existen diferentes sistemas de blanqueamiento dental que podemos englobar en dos grandes grupos: los que se realizan en clínica y los que se realizan en casa(ambulatorio). Ambos sistemas utilizan básicamente el mismo procedimiento, lo que los diferencia son el porcentaje de producto blanqueante que contiene y el modo de empleo. El tratamiento en clínica utiliza un porcentaje más alto de producto blanqueante para obtener un resultado más rápido (la sesión dura aproximadamente 2 horas y media) mientras que el blanqueamiento ambulatorio tiene un menor porcentaje de producto blanqueante y el resultado es más prolongado en el tiempo.
En ambos casos, se aplica un producto que “abre” los pros del esmalte, que es la capa más externa del diente, permitiendo que el producto blanqueante penetre en la zona interna del diente (dentina) que es la que tiene el color. A esta capa dental se le aplica el producto blanqueante que puede ser peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida. En ambos casos, pasado el tiempo prescrito se retira el producto de los dientes.
Una vez que ya sabemos cómo funciona el tratamiento de blanqueamiento dental,pasaremos a comentar esos mitos y las realidades de este popular tratamiento.
- Los blanqueamientos dentales duran para siempre. Por desgracia, no. Ya de forma natural nuestros dientes envejecen como el resto de nuestro cuerpo y uno de los “síntomas” de envejecimiento dental es el amarilleo o decoloración del diente. Se estima que el resultado de los blanqueamientos dentales está entorno a los 2 y 5 años y que dependen directamente de la higiene bucal, determinados hábitos del paciente y de su alimentación. Existen remedios caseros para blanquear los dientes. Todos hemos oído alguna vez que si utilizamos bicarbonato con zumo de limón o vinagre los dientes se blanquean, y como estos, hay otros “trucos” que sirven para blanquear los dientes. Nada más lejos de la realidad, por desgracia no es cierto. Mucho cuidado con los remedios “milagrosos” que nos “venden” en las redes sociales, ya que muchos son productos con componentes corrosivos que acaban provocando daños en el esmalte y la debilitación de los dientes. Los blanqueamientos dañan el esmalte. Este tratamiento, al igual que muchos otros debe realizarse por un profesional de la odontología y/o supervisado por un profesional de la salud bucal. Si tiene en cuenta esto, no existe riesgo de que tus dientes sufran daños por el blanqueamiento dental, ya que ellos pondrán los medios para que tus dientes no sufran ningún daño. Acude siempre a un profesional para que te asesore sobre cualquier tratamiento a realizar.
- El blanqueamiento sustituye a la limpieza dental. Rotundamente no. Ambos son procedimientos distintos enfocados a objetivos distintos. La limpieza dental es fundamental para la salud oral y el blanqueamiento es un tratamiento puramente
estético. - Es doloroso. En absoluto. Es cierto que en algunos casos puede causar cierta sensibilidad, pero esta es transitoria. Dicha sensibilidad se produce por la abertura de los túbulos dentinarios al aplicar el producto blanqueante pero vuelven a cerrarse de forma natural al finalizar el tratamiento.
- El efecto del blanqueamiento dental depende de los hábitos de los pacientes. Cierto. Los hábitos de cada persona son determinantes tanto para el éxito como para el fracaso de cualquier tratamiento dental, y el blanqueamiento no es una excepción. Por
ejemplo, el tabaco provoca que los dientes se oscurezcan con mayor rapidez por causa de la nicotina que mancha los dientes, el consumo de café o té también tiende a oscurecer los dientes, al igual que el vino tinto o la coca cola, etc. Normalmente, tras un blanqueamiento dental te recomendarán que no fumes y que lleves una dieta blanca durante, al menos, 15 días tras el blanqueamiento. - Existe una obsesión por tener los dientes blancos. Cierto. Se denomina blancorexia y supone un trastorno psicológico en el que el paciente se obsesiona con tener los dientes excesivamente blancos.
En definitiva, si estás pensando en hacerte un blanqueamiento dental, lo más aconsejable es que acudas a tu odontólogo de confianza. Él te podrá indicar si eres candidato para hacerte un blanqueamiento dental según el estado de tus dientes y te podrá aconsejar sobre qué tratamiento es el más adecuado en tu caso.
